La Biblia nos habla de algunos de quienes han hallado gracia a los ojos de Dios. Es a esa gracia divina a la que le debemos aún estar aquí. En momentos en los cuales Dios ha pensado raernos de la faz de la tierra, en vista de nuestra maldad, ha habido alguien que ha encontrado gracia en él… En efecto, ya desde Génesis, se encuentra evidencia de esta situación…Y vió Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6.5-8)
La Virgen María halló gracia delante de Dios y así se lo anunció el ángel Gabriel (San Lucas 1.30).
Con relación a Jesús, San Lucas escribe : “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él” (San Lucas 2.40 y 2.52). Jesús estaba lleno de gracia y verdad (San Juan 1.14 y 1.17) y es por esa gracia que seremos salvos (Hechos 15.11) y que somos justificados gratuitamente (Romanos 3.24). El pecado no puede enseñorearse de nosotros pues no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia (Romanos 6.14) y obedecemos de corazón como siervos de la justicia. Jesús, el Hijo de Dios, era gracia en sí mismo.
Es por la gracia de Dios que somos lo que somos (1 Corintios 15.10) y es por esa gracia que Dios nos ama como a Sus hijos (Oseas 14.4). Debemos ser sabios para entenderlo y prudentes para saberlo, siendo justos para andar por los caminos de Jehová (Oseas 14.9). Lo que hemos recibido de gracia debemos darlo de gracia (San Mateo 10.8), entendiendo que la fe también es una gracia, pues es un don de Dios (Efesios 2.8).
Busquemos humildemente acercarnos a Dios entendiendo que somos lo que somos gracias a Él. Aceptando nuestra condición humana y nuestras debilidades, reconozcamos Su gloria y así, seremos salvos por Su gracia.
Caracas, 14 de diciembre de 2013
9:00 p.m.
Ni Lutero lo hubiera definido mejor. Estoy totalmente de acuerdo. Para él nuestra fe se define por los 4 «SOLA»: Sola Escritura, Sola fe, Sola gracia, Solo Cristo.