Espero tu llegada con los brazos abiertos

pues eres tú remanso en un mundo sangriento

Bendición encarnada…Compasión desatada…

Corazón abnegado y anhelo complacido

 

Le pido al Santo Espíritu que siempre te proteja,

que te guíe y te acompañe por todos los caminos

Que en las noches más frías Te cubra con Su manto

y que sea quien perfile Tu palabra y Tu canto

 

Que mantenga por siempre la paz que llevas dentro

y que sean contagiosas tu sonrisa y tu aliento

Que con sabiduría llene tu pensamiento

y que estés siempre atento al sonido del viento

 

Espero tu llegada con los brazos abiertos…

 

 

Caracas, 25 de mayo de 2015

5:30 a.m.