En el Principio (11)

“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.  Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre.  Dijo entonces Adán:  Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada” (Génesis 2.21-23).

Leyendo este pasaje, se me vino a la mente una operación quirúrgica realizada por el mejor cirujano que jamás haya existido… Realmente, Dios podía hacer todo de la nada…Sin embargo, Dios siguió un procedimiento específico, al igual que lo hacen los médicos después de haber hecho el diagnóstico…El diagnóstico en este caso era que no era bueno que el hombre que Dios había creado estuviera solo…Por eso,  era necesario crear a la mujer. Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán…En una operación se anestesia al paciente antes de intervenirlo…Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán…Después, al igual que lo haría un médico practicó la intervención y después cerró la carne que había sido abierta durante la cirugía…Así, mientras Adán dormía. Dios tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.  De allí, de esa costilla, hizo a la mujer…A la compañera de Adán…A su ayuda idónea…Ninguna otra era suficiente…Él necesitaba estar acompañado y la mujer, hueso de sus huesos y carne de su carne, lo acompañaría y sería su ayuda idónea.

Es bello pensar en cómo se habrá sentido Adán al saber que Dios había diseñado a alguien especialmente para él…a alguien idóneo para que él no estuviera solo…Precioso regalo de Dios para el hombre…Una mujer para ayudarlo…

La mujer había sido tomada del varón…se llamaría Varona…Ese nombre se lo dio Adán.  La mujer también debe haberse sentido muy feliz de saber que tenía una misión…tenía un propósito claro…Ayudar a su hombre…A ese hombre que había venido a acompañar y quien la adoraría sabiendo que Dios la había creado especialmente para él…

El amor de Dios estaba presente en Su creación y Adán ya no estaría solo…

Caracas, 4 de febrero de 2014

7:30 p.m.