Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco.  Y fue así. Y lo llamó Dios a lo seco Tierra y a la reunión de las aguas llamó Mares y vio Dios que era bueno.  Después dijo Dios:  Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla;  árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra.  Y fue así.  Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género.  Y vio Dios que era bueno.  Y fue la tarde y la mañana el día tercero” (Génesis 1.9-13)

 

¡Qué más se puede pedir para un día!.  Pensando en todo lo que Dios creó en este tercer día, sólo me queda decir que fue un día fructífero…Continuó con su creación…continuó con su diseño…continuó con su metodología…ordenó y se hizo…

Mar y tierra; El Tercer Día;  Creación; Dios;  Espíritu en Movimiento;  Maritza Mészáros;En este tercer día…en esta tercera tarde y mañana, Dios ordenó que se juntaran las aguas que estaban debajo de los cielos en un lugar y que se descubriera lo seco.  A lo seco lo llamó “Tierra” y a las aguas las llamó “Mares”.  Además, ese mismo día, ordenó que se produjera la hierba verde y los árboles sobre la tierra.

Es interesante pensar cómo Dios ordena y cómo va creando.  A medida que habla, se hace.  Casi uno puede imaginarse a un pintor con su pincel y su paleta llena de colores…A medida que el pincel se mueve, va plasmándose en el lienzo lo que la inspiración va dibujando en el alma del pintor…El Espíritu de Dios estaba en movimiento…desde el principio…y la inspiración estaba fluyendo en esa maravillosa creación.

También es interesante percatarse de cómo desde el principio, Dios le fue poniendo nombres a Su creación.  El primer día dijo “sea la luz” y “fue la luz”…La luz…para distinguirse de la ausencia de luz…Y ese primer día, Dios llamó a la luz “Día”, y a las tinieblas “Noche”.  El segundo día, Dios llamó a la expansión que creó “Cielos”.  Y el tercer día, Dios llamó a lo seco “Tierra” y a las aguas las llamó “Mares”.

Simplemente Él ordenó y la creación fue.  Al ser,  Dios vio que Su creación era buena.  Así está específicamente mencionado con respecto a lo creado el primer día,  cuando vio Dios que la luz era buena, y ahora el tercer día, cuando Dios vio que era bueno haber juntado las aguas bajo de la expansión y haber permitido que se descubriera lo seco.

Hierba;  El Tercer Día;  Creación; Dios;  Espíritu en Movimiento;  Maritza Mészáros;Hierba y árboles; El Tercer Día;  Creación; Dios;  Espíritu en Movimiento;  Maritza Mészáros;Ya este tercer día, la obra empieza a tomar mucha más forma.  Para quienes no podemos imaginar un edificio en abstracto, ya empezamos a entender que esta creación realmente es grandiosa.  De un momento para otro, hay vida en la tierra.  La hierba creada por Dios es verde.  El color verde es específicamente designado para la hierba.  Ya había cielos, agua y tierra…y ahora, hierba y árboles que dan fruto…En este tercer día, surge el concepto de reproducción y la creación es tan ordenada, que ya queda establecido que la hierba dará semilla y que el árbol dará fruto según su género…pues su semilla estará en él.  Los frutos de cada árbol serían los que corresponderían a ese árbol específico.  Nada sería al azar…Todo estaría perfectamente diseñado.  Todo encaja  perfectamente, como ocurre con toda obra de Dios.  Y así, fue la tarde y la mañana el día tercero.

 

Caracas 14 de enero de 2014

6:50 a.m.