«Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar…» (Efesios 4:26a TLA)

Hay maneras útiles y maneras perjudiciales de liberar tu ira. Por ejemplo, a veces preferimos  seguir molestos que admitir nuestra ira. Sin embargo, la Biblia dice que al estar enojados y no admitirlo estamos mintiendo – y eso es un pecado.

La mayoría de las personas expresan su ira de manera tal, que terminan más lejos de su meta, de lo que estaban antes de estar enojados. La ira que se expresa inadecuadamente produce lo contrario de los resultados deseados. Explotar con la gente nunca produce un cambio duradero, sino que sólo produce más ira y alejamiento. Sabemos eso, pero sin embargo lo hacemos.

La ira nunca es realmente el problema principal. La ira es generalmente un síntoma de una de tres cosas: dolor, miedo o frustración. Estas son las tres cosas que nos hacen enojar, y es por eso que siempre debemos detenernos y calmarnos.

Rick Warren es el pastor fundador de la Iglesia de Saddleback y autor de Una Vida con Propósito.

Este devocional © 2012 por Rick Warren. Usado con permis