¡Buenos días, Espíritu Santo!

Te amo con todo mi amor.

Desde aquí desde Colombia

alzo mi voz con fervor.

Aunque me rodea el silencio,

la escucho fuerte y serena,

en mi mente yo la oigo,

dispuesta a entrar en escena.

 

Ella te quiere alabar,

Sólo a Ti te quiere hablar.

Ella Te quiere decir

que a Ti Te quiere adorar.

 

Señor, me siento dichosa,

aunque pueda sollozar.

Cuántos milagros increíbles

me permites apreciar.

 

Cuando me siento inundada

por Tu ser y por Tu esencia,

cuando sé que sólo Tú

me llenas con Tu presencia.

 

Cuando siento yo en mis manos

Tu calor y Tu energía,

mi corazón se desborda…

quiere explotar de alegría.

 

Señor, permite que siempre

pueda sentirme yo así,

y que mi voz siempre se alce,

y te alabe sólo a Ti.

 

 

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Bogotá, 29 de octubre de 2011

4:00 a.m.