¡Qué luna tan preciosa he divisado!
Mas bella no la hubiera imaginado
En medio de la noche ella aparece
justo allí, frente a mí, y me estremece
Luna llena, inmensa y majestuosa
Has venido radiante y luminosa
Me saludas de frente y con tu luz
aparece también la bella cruz
Al mirarte pensé que no era cierto
Justo enfrente de mí tu rostro abierto
Descendiste para mostrar de nuevo
que la fe es el tesoro que en mí llevo
Un regalo precioso que me ayuda
cuando el mal poco a poco crea la duda
Me doy cuenta que yo nunca estoy sola
Tú eres el mar profundo y yo una ola
Espíritu de Dios en movimiento
llena el mundo de amor, de paz y aliento
¡Luna brilla!. ¡Ilumina tinieblas
con estrellas que arriba el cielo pueblan
Irmo, 18 de noviembre de 2013
9:30 p.m.
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