Tomo yo mi guitarra nuevamente
y comienzo a tocarla suavemente
La música resuena en el ambiente
¡Qué regalo tan bello!. ¡Es evidente!
Debería el mundo entero agradecerte
aunque haya algunos que aún no puedan verte
Despierta el alma que herida yace inerte
para que pueda vibrar y conocerte
Cada nota y acorde…la armonía…
Cada matiz, compás y melodía…
Son regalos que aún en la noche fría
nos permiten estar en sintonía
Caracas, 7 de noviembre de 2013
3:50 a.m.
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