Una llamada,
una palabra…
Todo una vida
el hombre labra…

Mas de repente,
al cosechar,
muchas ortigas
puede él hallar…

Una mirada,
un sentimiento…
Toda una vida
dando al sediento

Y de repente
uno se asombra…
Hay un polvero
bajo la alfombra

Un cruel rechazo,
un vil desprecio…
¿Cuánto se dio
al hombre necio?

Y de repente,
sin mucho afán,
mordió la mano
que daba el pan

Ver y observar…
Oír y escuchar…
para aprender
a reaccionar

Usar ataques
de los demás,
para quitar
el antifaz

No me preocupa…
vivo tranquilo…
Pues he dejado
de estar en vilo

Vivo confiado
en Tu bondad…
Solo reposo
en Tu verdad

Dios verdadero,
muestranos Tú,
como vivir
en plenitud

Simplificando
cada detalle,
para lograr
que nada falle

Dios verdadero,
dame Tu Paz,
Tu Luz, Tu amor
Y Tu solaz